sábado, diciembre 02, 2006

Reflexiones - Gente puerco espín


En lo profundo de un cañón de Wyoming me encontré con el puerco espín más grande que he visto en mi vida. Mientras avanzaba pesadamente hacia mí, lo observé de cerca y le dí mucho espacio.


Yo no me iba a acercar a un tipo cuyas púas parecían misiles. Con razón estaba solo.

Pero no está solo todo el tiempo.

Cada noviembre y diciembre, los puerco espines se acercan lo suficiente los unos a los otros como para reproducir.


Durante ese tiempo optan por relajar sus púas y luego regresan a sus cuerpos espinosos.


Casi en todas lugar hay uno que otro puerco espín con afiladas púas de crítica, sarcasmo o arrogancia.


Tendemos a evitarlos, pero Dios nos coloca para que tengamos comunión.

Nos manda a amarnos unos a otros, incluyendo a los que son tipo puerco espín.

Y si somos honestos, tendremos que admitir que nosotros también tenemos púas.


Juan escribió: "El que ama a Dios, ame también a su hermano" (1 Juan 4:21).

Para hacer esto tenemos que pedir a Dios que nos ayude a "relajar nuestras púas", incluso cuando otras personas sean espinosas.

El Espíritu Santo nos ayudará a dejar de ser tan defensivos, críticos o controladores, y nos capacitará para amar a nuestros hermanos cristianos.

Es la manera en que le mostramos al mundo que amamos a Dios (Juan 13:35).

martes, noviembre 28, 2006

Reflexiones - La Zorra y el Leñador


Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando llegó al sitio de un leñador y le suplicó que la escondiera.


El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña.Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la zorra.


El leñador, con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba la cabaña donde se había escondido.

Los cazadores no comprendieron las señas de la mano y se confiaron únicamente en lo dicho con la palabra.


La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada.Le reprochó el leñador por qué a pesar de haberla salvado, no le daba las gracias, a lo que la zorra respondió: “Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo”.


Moraleja: No niegues con tus actos lo que pregonas con tus palabras.


Fábula de Esopo



Cuánta gente hay a nuestro alrededor que parecieran destruir con los pies lo que tanto trabajo les cuesta edificar con sus manos.


Eso se llama inconsistencia. De alguna manera, no han podido decidir qué camino tomar y pretenden, al igual que el hombre de doble ánimo del que nos habla la Biblia , ir en dos o más direcciones distintas.


Es evidente que necesitamos tomar decisiones y entonces ser consistentes en nuestras acciones y que estas respalden la intención de nuestro corazón.

Cuando eso no ocurre, podemos esperar momentos amargos.


Tal vez hemos pasado por ese tipo de dilema.

Entonces, ¿por qué no recurrir a la Fuente que nos puede ayudar a tener paz no sólo con nosotros mismos sino con Dios y dar pasos concretos en pos de lo que sabemos nos toca hacer?


Raúl Irigoyen


De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen.


Mateo 23:3Por eso sus hermanos le dijeron: Sal de aquí, y vete a Judea para que también tus discípulos vean las obras que tú haces.Juan 7:3

lunes, noviembre 27, 2006

Reflexiones - El Perro y el Reflejo en el Río


Vadeaba un perro un río llevando en su hocico un sabroso pedazo de carne.


Vio su propio reflejo en el agua del río y creyó que aquel reflejo era en realidad otro perro que llevaba un trozo de carne mayor que el suyo.

Y deseando adueñarse del pedazo ajeno, soltó el suyo para arrebatar el trozo a su supuesto compadre.


Pero el resultado fue que se quedó sin el propio y sin el ajeno: éste porque no existía, sólo era un reflejo, y el otro, el verdadero, porque se lo llevó la corriente.


Moraleja: Nunca codicies el bien ajeno, pues puedes perder lo que ya has adquirido con tu esfuerzo.


Fábula de Esopo


Si bien no es nuestra intención el que nos veamos reflejados o identificados de manera alguna con el perro de la fábula de hoy, no cabe duda de que muchas veces añoramos el “pasto” al otro lado de la cerca y nos hemos visto tentados a abandonar nuestra herencia por probar la de otro.


El problema de muchos que lo han hecho ha sido el descubrir que, al igual que el animalito de la fábula, aquello era mera percepción ilusoria.

No se trata de conformarnos con menos de lo que Dios no ha llamado a “poseer”, sino de aprender a contentarnos con lo ya alcanzado mientras avanzamos.


¿Nos atreveremos a desarrollar esa actitud? Adelante y que el Señor les bendiga.

Raúl Irigoyen


Cuando escucharon lo que los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés tenían que decir, Finés el sacerdote y los jefes de clanes y de la comunidad quedaron satisfechos. Josué 22:30.

Van de un lado a otro buscando comida,y aúllan si no quedan satisfechos. Salmo 59:15.