jueves, diciembre 07, 2006

Reflexiones - La Tragedia Payless Food Center


El 1 de marzo de 1997, Greg estaba en Bossier City, Louisiana, adonde había viajado desde su casa en Kentucky para asistir a mi conferencia de dos días sobre liderazgo.

Cuando la conferencia concluyó, abordó un avión y se dirigió a St. Louis en la primera etapa del viaje de regreso a su casa, pensando con entusiasmo en la forma de poner en acción el entrenamiento sobre liderazgo que había recibido.

Cuando llegó al aeropuerto en St. Louis para tomar su conexión a Lexington, se sorprendió al descubrir que su vuelo estaba atrasado debido al mal tiempo en Kentucky. Cuando la demora se transformó en la cancelación del vuelo, Greg tuvo que quedarse a pasar la noche en St. Louis. En realidad, no le dio mucha importancia al percance. Estaba acostumbrado a viajar y sabía que tales situaciones suelen presentarse. A la mañana siguiente, tomó el primer vuelo que lo sacó de St. Louis.

Solo cuando aterrizó en Lexington se dio cuenta de la magnitud del problema causado por el mal tiempo.

Mientras conducía desde el aeropuerto rumbo al norte, hacia Cynthiana, empezó a ver los efectos de la lluvia torrencial que había hecho que su vuelo fuera cancelado. Cuando supo que el río Licking, que pasaba por Cynthiana se había desbordado, empezó a preocuparse por su tienda. Se fue directamente hacia allá, esperando encontrarse con que todo estaba bien. La distancia de treinta millas se le hicieron una eternidad.

Cuando finalmente llegó, encontró que toda el área estaba inundada. A doscientos metros de su tienda, pudo ver únicamente el techo y el letrero: PAYLESS FOOD CENTER. El resto estaba bajo agua.

Desmoralizado, se dirigió a su casa, pero ni siquiera pudo llegar cerca.

Durante tres días vivió con su hermana en Lexington, esperando que el nivel del agua bajara y pensando qué podría hacer. Llamó a su agente de seguro para descubrir que las cosas se ponían peor. Tenía todos los seguros imaginables, menos el de inundación. El seguro no le servía de nada.

Entre esto y aquello, transcurrieron cinco días hasta que pudo entrar a la tienda. Cuando abrió las puertas, se encontró con una devastación total.

Ahí estaba, parado en medio de quinientos mil dólares en mercadería y bienes totalmente destruidos. La caja registradora electrónica estaba llena de agua sucia, y una cámara frigorífica de quinientas libras donde acostumbraba tener las bolsas de hielo, había sido alzada por el agua y lanzada sobre uno de los mesones de la tienda. Era la clase de situaciones que hace que cualquiera persona desee salir de allí, cerrar las puertas y no volver jamás.

«Hasta ese punto, no tenía salida», recuerda Greg. Al darse cuenta que la tragedia había hecho fracasar su negocio, pudo haberse dado por derrotado.

«Pude haberme declarado en bancarrota, pero rehusé hacer eso. Fue en ese momento que recordé los principios sobre liderazgo que había aprendido solo unos días atrás. No es lo que me suceda a mí, sino lo que sucede en mí. No es el tamaño del problema, sino cómo manejo el problema. Cuando caigo, tengo que levantarme. Estaba decidido a superar esa experiencia».
Se aseguró que el edificio estuviera aun estructuralmente sólido aunque el interior no sirviera para nada. Todo lo que había adentro hubo que retirarlo, a mano.

Fue necesario hacer veintidós viajes de camión para limpiar completamente el interior de basura.

Fue necesario reemplazar todas las cajas registradoras. Hasta el piso hubo que ponerlo nuevo. Greg y su personal trabajaron incansablemente de la mañana a la noche. Después de una inversión de un millón de dólares, la tienda pudo ser abierta nuevamente y todo ocurrió en nada menos que en dieciséis milagrosos días.

La tienda permaneció cerrada solo veintiún días después de la inundación.
Maxwell, John C.: El Lado Positivo Del Fracaso; Failing Forward. Thomas Nelson, Inc., 2000; 2003, S. 76

Lo importante en la vida es no darse por vencido, sino volver a empezar. Con Dios siempre hay un día para un nuevo comienzo. El hace nueva todas las cosas y nos invita a cambiar nuestra actitud.


Grita de júbilo, oh estéril, la que no ha dado a luz; prorrumpe en gritos de júbilo y clama en alta voz, la que no ha estado de parto; porque son más los hijos de la desolada que los hijos de la casada--dice el SEÑOR.Ensancha el lugar de tu tienda, extiende las cortinas de tus moradas, no escatimes;alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás hacia la derecha y hacia la izquierda; tu descendencia poseerá naciones,y poblarán ciudades desoladas. Isaias 54:1-3

lunes, diciembre 04, 2006

Reflexiones - La Decision de David Robinson


David Robinson, de siete pies y una pulgada, es el centro de los Spurs. En sus diez años en la NBA, Robinson ha ganado prácticamente todos los premios como jugador de básquetbol profesional.

En 1990 fue elegido el novato del año; en 1991, el mejor rebotador; en 1992, el mejor defensa; en 1992, el mejor bloqueador; en 1994, el mejor anotador y en 1995, el jugador más valioso.

En ocho ocasiones ha sido convocado para integrar el equipo de las estrellas de los Estados Unidos. Su juego, extraordinariamente consistente, lo ha puesto en lo alto del escalón de estadísticas en varias categorías de la NBA, incluyendo anotaciones por juego.

Ha sido designado entre los cincuenta mejores jugadores en la historia de la NBA.

No obstante todos estos atributos personales, Robinson nunca había ganado un campeonato de la NBA hasta la temporada de 1999. ¿Cómo lo logró? Dejando su puesto de jugador ofensivo a Tim Duncan, quien fue el héroe.

Durante los juegos finales de la temporada 1999, Avery Johnson, compañero de equipo, dijo:

«David Robinson es lo máximo en jugador con mentalidad de equipo, es el ganador nato. Él puso su ego a un lado y se transformó en un jugador totalmente diferente para bien del equipo. Pudo haber hecho veinticinco puntos, pero ¿estaríamos donde estamos ahora? No».

En 1999, Robinson hizo el peor promedio de puntos en toda su carrera. Su perspectiva era la siguiente: «Observé a mi equipo y me di cuenta que necesitaba que yo fuera más defensivo y mejor rebotador. Para ser un equipo completo, no teníamos ambos que ser anotadores. Yo pude hacerlo en algunos partidos, pero el equipo es también el de Tim. Y eso está bien conmigo».

El resultado de la capacidad de modestia de Robinson al poner al equipo por encima de él fue un éxito para todo el conjunto. Si usted quiere triunfar y sobreponerse a los fracasos, tiene que dejar de preocuparse tanto por usted.

Maxwell, John C.: El Lado Positivo Del Fracaso; Failing Forward. Thomas Nelson, Inc., 2000; 2003, S. 123Trabajar en Equipo es importante en el diario existir, porque eso mata al enemigo del éxito..El Egoismo.

El cordero, hijo mío, lo proveerá Dios le respondió Abraham.

Y siguieron caminando juntos. Genésis 22:8.

Mirad cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía. Salmo 133:1.

domingo, diciembre 03, 2006

Reflexiones - La Ciudad del Remordimiento


No había planeado viajar este año, pero sin darme cuenta me encontré preparando el equipaje. Y una vez que salí, me llené de temor. Fue otro viaje de culpa.


Reservé mi tique en la línea aérea El deseo que tuve.

No necesité chequear mi equipaje porque en esa aerolínea todo el mundo lo carga teniendo que llevarlo por lo que parecen ser largas millas en el aeropuerto de la ciudad Remordimiento.


Había allí gente de todo el mundo, encorvados bajo el peso del equipaje que ellos mismos habían empacado.Tomé un taxi para que me llevara al Hotel Último Recurso.


Durante todo el trayecto, el chofer no dejó de mirar por sobre su hombro.Al llegar, busqué el salón donde tendría lugar mi reunión, el Encuentro Anual de Compasión.


Al registrarme, vi que todos mis antiguos colegas estaban en la lista:Toda la familia Hacer: Haría, Hice e Hiciese Las dos Oportunidades: la Malgastada y la Perdida Todos los Ayer: Había demasiados como para enumerarlos uno a uno, pero todos tenían historias tristes para contar. Sueños Rotos y Promesas Incumplidas también estaban allí junto con sus amigos No me eches la culpa a mí y No pude hacer nada. Y, por supuesto, el renombrado cuenta-historias Es su culpa estaba allí para ofrecer horas y horas de entretenimiento.


Mientras me preparaba para pasar una larga noche, me di cuenta que una persona tenía el poder de enviar a toda esa gente a casa y terminar con la fiesta. Y esa persona era yo. ¡Todo lo que tenía que hacer era volver al presente y dar la bienvenida al nuevo día!


Si se ha encontrado embarcándose en un vuelo a la ciudad Remordimiento, reconozca que es un viaje que usted mismo planea y que puede cancelar en cualquier momento, sin multa ni penalidad. Pero la única persona que puede hacerlo es usted.


Las personas que no logran superar los problemas o el dolor del pasado terminan por ser amargadas. Es la consecuencia inevitable de no procesar viejas heridas y tragedias.


Maxwell, John C.: El Lado Positivo Del Fracaso; Failing Forward. Thomas Nelson, Inc., 2000; 2003, S. 96NO sigas lamentándote con el Ayer. Piensa que en Cristo todas las cosas son hechas nuevas y que Él tiene algo nuevo cada día para tí.


Estas dos mujeres les causaron mucha amargura a Isaac y a Rebeca. Genésis 26:35.


Al escuchar Esaú las palabras de su padre, lanzó un grito aterrador y, lleno de amargura, le dijo:¡Padre mío, te ruego que también a mí me bendigas!Genésis 27:34.