Al observar una película documental sobre la vida de los tiburones, un buzo descendía a las profundidades del mar, protegido por una jaula de barrotes de acero. Después de arrojar un cebo especial a las aguas, toda la zona se llenó de voraces tiburones que comenzaron a atacarlo.
Las escenas que siguieron evidenciaron la crueldad y fuerza de los escualos. Con gran violencia intentaban cercenar el cuerpo del hombre rana, y en su furia mordían los barrotes, perdiendo dientes en el intento. Entre el buzo y la muerte sólo estaban los barrotes de la jaula.
El Señor me mostró con claridad que debemos estar siempre revestidos de la armadura divina. Así nos ataca el enemigo: con furia y fuerza. Si nos cubrimos con la armadura de Cristo, se romperá los dientes sin conseguir tocarnos.
Salmos 3:3
Mas tú, Dios, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.
Salmos 18:2
Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; Escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.
Salmos 91:4
Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y adarga es su verdad.
sábado, junio 30, 2007
viernes, junio 29, 2007
Antes de Contarlo
En la antigua Grecia (469 - 399 AC), Sócrates era un maestro reconocido por su sabiduría.
Un día, el gran filósofo se encontró con un conocido, que le dijo muy excitado:
"Sócrates, sabes lo que acabo de oír de uno de tus alumnos?"
"Un momento" respondió Sócrates. "Antes de decirme nada me gustaría que pasaras una pequeña prueba. Se llama la prueba del triple filtro".
"¿Triple filtro?"
"Eso es", continuó Sócrates. "Antes de contarme lo que sea sobre mi alumno, es una buena idea pensarlo un poco y filtrar lo que vayas a decirme.
El primer filtro es el de la Verdad. ¿Estás completamente seguro que lo que vas a decirme es cierto?"
"No, me acabo de enterar y..."
"Bien", dijo Sócrates. "Con que no sabes si es cierto lo que quieres contarme.
Veamos el segundo filtro, que es el de la Bondad. ¿Quieres contarme algo bueno de mi alumno?"
"No. Todo lo contrario..."
"Con que" le interrumpió Sócrates, "quieres contarme algo malo de él, que no sabes siquiera si es cierto.
Aún puedes pasar la prueba, pues queda un tercer filtro: el filtro de la Utilidad. ¿Me va a ser útil esto que me quieres contar de mi alumno?"
"No. No mucho"
"Por lo tanto" concluyó Sócrates, "si lo que quieres contarme puede no ser cierto, no es bueno, ni es útil, ¿para qué contarlo?"
Santiago 1:19
Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar,
Salmos 34:13
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Proverbios 8:7
Porque mi boca hablará verdad, Y la impiedad abominan mis labios.
Salmos 35:28
Y mi lengua hablará de tu justicia y de tu alabanza todo el día.
Salmos 49:3
Mi boca hablará sabiduría; Y el pensamiento de mi corazón inteligencia.
Agradecimiento especial por su aporte a Jose Miguel Tapia S. - Panamá-
Un día, el gran filósofo se encontró con un conocido, que le dijo muy excitado:
"Sócrates, sabes lo que acabo de oír de uno de tus alumnos?"
"Un momento" respondió Sócrates. "Antes de decirme nada me gustaría que pasaras una pequeña prueba. Se llama la prueba del triple filtro".
"¿Triple filtro?"
"Eso es", continuó Sócrates. "Antes de contarme lo que sea sobre mi alumno, es una buena idea pensarlo un poco y filtrar lo que vayas a decirme.
El primer filtro es el de la Verdad. ¿Estás completamente seguro que lo que vas a decirme es cierto?"
"No, me acabo de enterar y..."
"Bien", dijo Sócrates. "Con que no sabes si es cierto lo que quieres contarme.
Veamos el segundo filtro, que es el de la Bondad. ¿Quieres contarme algo bueno de mi alumno?"
"No. Todo lo contrario..."
"Con que" le interrumpió Sócrates, "quieres contarme algo malo de él, que no sabes siquiera si es cierto.
Aún puedes pasar la prueba, pues queda un tercer filtro: el filtro de la Utilidad. ¿Me va a ser útil esto que me quieres contar de mi alumno?"
"No. No mucho"
"Por lo tanto" concluyó Sócrates, "si lo que quieres contarme puede no ser cierto, no es bueno, ni es útil, ¿para qué contarlo?"
Santiago 1:19
Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar,
Salmos 34:13
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Proverbios 8:7
Porque mi boca hablará verdad, Y la impiedad abominan mis labios.
Salmos 35:28
Y mi lengua hablará de tu justicia y de tu alabanza todo el día.
Salmos 49:3
Mi boca hablará sabiduría; Y el pensamiento de mi corazón inteligencia.
Agradecimiento especial por su aporte a Jose Miguel Tapia S. - Panamá-
miércoles, junio 27, 2007
A Prisa
Cierta vez, un conductor se desplazaba por una autopista a una velocidad excesivamente alta, cuando, de repente justo después de una curva aparece un hombre parado en medio de la vía, haciendo señal de parada con los brazos y de una forma desesperante.
El conductor, sorprendido y a la vez asustado, toca insistentemente la bocina para ver si así el individuo se quitaba del camino. Pero fue inútil, el hombre seguía haciendo señal de pare con sus brazos.
Debe de estar loco, dijo el conductor mientras pisaba el freno provocando un fuerte chillido y dejando dos largas marcas negras en el pavimento, logrando así detener el auto antes de chocar a aquel hombre. Muy enojado, se desmonta del carro y, estrellando la puerta, se dirige hacia el hombre y le dice: Acaso no tienes ojos? No ves lo peligrosa que es esta carretera y te atraviesas en ella como si nada? O acaso eres loco para no ver el peligro que corres?
No, señor, no estoy loco, le contesto el individuo. Lo que pasa es que el puente que esta en la próxima curva acaba de desplomarse; y sabía que, si no hacia algo, usted, en este momento, ya estaría muerto. Tuve que arriesgar mi vida para ver si podía salvar la suya.
Quizás, en la carretera de tu vida algún "loco", te ha obstaculizado el paso para hablarte del Amor de Dios y te has enojado sobremanera porque vas MUY A PRISA.
Quizás hoy yo este obstaculizando tu camino quitándote unos minutos; pero, que habría pasado si el conductor hace caso omiso al individuo del camino?, que crees que pasara a los que oyen la advertencia de la palabra de Dios y la ignoran?
Mateo 13:9
Quien tiene oídos para oir, oiga.
Salmos 107:43
¿Quién es sabio y guardará estas cosas, Y entenderá las misericordias de Dios?
Proverbios 1:5
Oirá el sabio, y aumentará el saber; Y el entendido adquirirá consejo;
Apocalipsis 3:20
He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.
Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna
El conductor, sorprendido y a la vez asustado, toca insistentemente la bocina para ver si así el individuo se quitaba del camino. Pero fue inútil, el hombre seguía haciendo señal de pare con sus brazos.
Debe de estar loco, dijo el conductor mientras pisaba el freno provocando un fuerte chillido y dejando dos largas marcas negras en el pavimento, logrando así detener el auto antes de chocar a aquel hombre. Muy enojado, se desmonta del carro y, estrellando la puerta, se dirige hacia el hombre y le dice: Acaso no tienes ojos? No ves lo peligrosa que es esta carretera y te atraviesas en ella como si nada? O acaso eres loco para no ver el peligro que corres?
No, señor, no estoy loco, le contesto el individuo. Lo que pasa es que el puente que esta en la próxima curva acaba de desplomarse; y sabía que, si no hacia algo, usted, en este momento, ya estaría muerto. Tuve que arriesgar mi vida para ver si podía salvar la suya.
Quizás, en la carretera de tu vida algún "loco", te ha obstaculizado el paso para hablarte del Amor de Dios y te has enojado sobremanera porque vas MUY A PRISA.
Quizás hoy yo este obstaculizando tu camino quitándote unos minutos; pero, que habría pasado si el conductor hace caso omiso al individuo del camino?, que crees que pasara a los que oyen la advertencia de la palabra de Dios y la ignoran?
Mateo 13:9
Quien tiene oídos para oir, oiga.
Salmos 107:43
¿Quién es sabio y guardará estas cosas, Y entenderá las misericordias de Dios?
Proverbios 1:5
Oirá el sabio, y aumentará el saber; Y el entendido adquirirá consejo;
Apocalipsis 3:20
He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.
Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna
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martes, junio 26, 2007
El Portero
No había en el pueblo peor oficio que el de portero del hotel. Pero qué otra cosa podría hacer aquel hombre? De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio.
Un día se hizo cargo del hotel un joven con inquietudes, creativo y emprendedor.
El joven decidió modernizar el negocio. Hizo cambios y después cito al personal para darle nuevas instrucciones. Al portero, le dijo:"A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, me va a preparar un reporte semanal donde registrará la cantidad de personas que entren por día y anotará sus comentarios y recomendaciones sobre el servicio..." El hombre tembló, nunca le había faltado disposición al trabajo pero.. -"Me encantaría satisfacerlo, señor - balbuceo - pero yo... yo no se leer ni escribir..." -"¡Ah! Cuánto lo siento!"
-"Pero señor, usted no me puede despedir, yo trabajé en esto toda mi vida..."
No lo dejo terminar: -"Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Le vamos a dar una indemnización para que tenga hasta que encuentre otra cosa. Así que, lo siento. Que tenga suerte..." Y sin más, se dió vuelta y se fue.
El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a encontrarse en esa situación. ¿Qué hacer? Recordó que en el hotel cuando se rompía una silla o se arruinaba una mesa, él, con un martillo y clavos lograba hacer un arreglo sencillo y provisorio. Pensó que esta podría ser un ocupación transitoria hasta conseguir un empleo. El problema es que sólo contaba con unos clavos oxidados y unas pinzas muy viejas, entonces decidió usar parte del dinero para comprar una caja de herramientas.
Como en el pueblo no había una ferretería, debía viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano a realizar la compra. ¿Qué más da? Pensó, y emprendió la marcha. A su regreso, trama una hermosa y completa caja de herramientas.
De inmediato su vecino llamó a la puerta de su casa: -"Vengo a preguntarle si no tiene un martillo para prestarme..." -"Mire, si, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar... como me quedé sin empleo..." -"Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano." El portero accedió y le prestó el martillo. A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta: -"Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?"- ''No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería esta a dos días en mula." -"Hagamos un trato - dijo el vecino.
- Yo le pagaré los dos días de ida y los dos de vuelta, más el precio del martillo, total usted esta sin trabajar. ¿Qué le parece?" Realmente, esto le daba trabajo por cuatro días... Aceptó. Volvió a montar su mula. Al regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su casa: -"Hola, vecino. ¿Usted le vendió un martillo a nuestro amigo?" -"Si, así es..." -"Mire, yo necesito unas herramientas, y estoy dispuesto a pagarle sus cuatros días de viaje, más una pequeña ganancia.
Yo no dispongo de tiempo para el viaje." El ex-portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue. El ex-portero pensó entonces que mucha gente podría necesitar que él viajara a traer herramientas de las que había vendido. De paso, podría ahorrar algún tiempo de viajes. La voz empezó a correrse por el barrio y muchos quisieron evitarse el viaje. Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y compraba lo que necesitaban sus clientes.
Alquiló un carretón para almacenar las herramientas y algunas semanas después alquiló un cuarto que se convirtió en la primera ferretería del pueblo.
Todos estaban contentos y compraban en su negocio. Ya no viajaba, los fabricantes le enviaban sus pedidos. El era un buen cliente. Con el tiempo, las comunidades cercanas preferían comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha. Un día se le ocurrió que su amigo, el tornero, podría fabricar para el las cabezas de los martillos. Y luego, ¿por qué no? Las tenazas...y las pinzas...y los cinceles. Y luego fueron los clavos y los tornillos. Para no hacer muy largo el cuento, sucedió que en diez años aquel hombre se transformó con honestidad y trabajo en un millonario fabricante de herramientas.
Un día decidió donar a su pueblo una escuela. Ahí se enseñaría, además de leer y escribir, las artes y oficios más prácticos de la época. En el acto de inauguración de la escuela, el Alcalde le entregó las llaves de la ciudad, lo abrazó y le dijo: -"Es un gran orgullo y gratitud que le pedimos nos conceda el honor de poner su firma en la primera hoja del libro de actas de la nueva escuela"
"El honor sería para mi - dijo el hombre - Creo que nada me gustaría mas que firmar allí, pero yo no se leer ni escribir. Yo soy analfabeto.
Usted? - dijo el Alcalde, que no alcanzaba a creerlo
Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy asombrado. Me pregunto, ¿qué hubiera sido de usted si hubiera sabido leer y escribir?
"Yo se lo puedo contestar" - respondió el hombre con calma:
Si yo hubiese sabido leer y escribir... sería portero del hotel!"
Generalmente los cambios son vistos como adversidades. Pero las adversidades encierran bendiciones. Las crisis están llenas de oportunidades. Cambiar siempre será una nueva oportunidad.
Romanos 8:28
"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,."
1 Tesalonisenses 5:16-22
"Estad siempre gozosos.""Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.""Examinadlo todo; retened lo bueno."
Un día se hizo cargo del hotel un joven con inquietudes, creativo y emprendedor.
El joven decidió modernizar el negocio. Hizo cambios y después cito al personal para darle nuevas instrucciones. Al portero, le dijo:"A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, me va a preparar un reporte semanal donde registrará la cantidad de personas que entren por día y anotará sus comentarios y recomendaciones sobre el servicio..." El hombre tembló, nunca le había faltado disposición al trabajo pero.. -"Me encantaría satisfacerlo, señor - balbuceo - pero yo... yo no se leer ni escribir..." -"¡Ah! Cuánto lo siento!"
-"Pero señor, usted no me puede despedir, yo trabajé en esto toda mi vida..."
No lo dejo terminar: -"Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Le vamos a dar una indemnización para que tenga hasta que encuentre otra cosa. Así que, lo siento. Que tenga suerte..." Y sin más, se dió vuelta y se fue.
El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a encontrarse en esa situación. ¿Qué hacer? Recordó que en el hotel cuando se rompía una silla o se arruinaba una mesa, él, con un martillo y clavos lograba hacer un arreglo sencillo y provisorio. Pensó que esta podría ser un ocupación transitoria hasta conseguir un empleo. El problema es que sólo contaba con unos clavos oxidados y unas pinzas muy viejas, entonces decidió usar parte del dinero para comprar una caja de herramientas.
Como en el pueblo no había una ferretería, debía viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano a realizar la compra. ¿Qué más da? Pensó, y emprendió la marcha. A su regreso, trama una hermosa y completa caja de herramientas.
De inmediato su vecino llamó a la puerta de su casa: -"Vengo a preguntarle si no tiene un martillo para prestarme..." -"Mire, si, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar... como me quedé sin empleo..." -"Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano." El portero accedió y le prestó el martillo. A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta: -"Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?"- ''No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería esta a dos días en mula." -"Hagamos un trato - dijo el vecino.
- Yo le pagaré los dos días de ida y los dos de vuelta, más el precio del martillo, total usted esta sin trabajar. ¿Qué le parece?" Realmente, esto le daba trabajo por cuatro días... Aceptó. Volvió a montar su mula. Al regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su casa: -"Hola, vecino. ¿Usted le vendió un martillo a nuestro amigo?" -"Si, así es..." -"Mire, yo necesito unas herramientas, y estoy dispuesto a pagarle sus cuatros días de viaje, más una pequeña ganancia.
Yo no dispongo de tiempo para el viaje." El ex-portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue. El ex-portero pensó entonces que mucha gente podría necesitar que él viajara a traer herramientas de las que había vendido. De paso, podría ahorrar algún tiempo de viajes. La voz empezó a correrse por el barrio y muchos quisieron evitarse el viaje. Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y compraba lo que necesitaban sus clientes.
Alquiló un carretón para almacenar las herramientas y algunas semanas después alquiló un cuarto que se convirtió en la primera ferretería del pueblo.
Todos estaban contentos y compraban en su negocio. Ya no viajaba, los fabricantes le enviaban sus pedidos. El era un buen cliente. Con el tiempo, las comunidades cercanas preferían comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha. Un día se le ocurrió que su amigo, el tornero, podría fabricar para el las cabezas de los martillos. Y luego, ¿por qué no? Las tenazas...y las pinzas...y los cinceles. Y luego fueron los clavos y los tornillos. Para no hacer muy largo el cuento, sucedió que en diez años aquel hombre se transformó con honestidad y trabajo en un millonario fabricante de herramientas.
Un día decidió donar a su pueblo una escuela. Ahí se enseñaría, además de leer y escribir, las artes y oficios más prácticos de la época. En el acto de inauguración de la escuela, el Alcalde le entregó las llaves de la ciudad, lo abrazó y le dijo: -"Es un gran orgullo y gratitud que le pedimos nos conceda el honor de poner su firma en la primera hoja del libro de actas de la nueva escuela"
"El honor sería para mi - dijo el hombre - Creo que nada me gustaría mas que firmar allí, pero yo no se leer ni escribir. Yo soy analfabeto.
Usted? - dijo el Alcalde, que no alcanzaba a creerlo
Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy asombrado. Me pregunto, ¿qué hubiera sido de usted si hubiera sabido leer y escribir?
"Yo se lo puedo contestar" - respondió el hombre con calma:
Si yo hubiese sabido leer y escribir... sería portero del hotel!"
Generalmente los cambios son vistos como adversidades. Pero las adversidades encierran bendiciones. Las crisis están llenas de oportunidades. Cambiar siempre será una nueva oportunidad.
Romanos 8:28
"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,."
1 Tesalonisenses 5:16-22
"Estad siempre gozosos.""Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.""Examinadlo todo; retened lo bueno."
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lunes, junio 25, 2007
El Piloto
Cuentan de este individuo que abordó un avión para viajar a Nueva York. Un niño entró buscando su asiento y se sentó justo al lado suyo. El niño era muy educado. Y paso el tiempo coloreando en su libro de pintar.
No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión. El vuelo no fue muy bueno, hubo tormenta y mucha turbulencia. De momento una sacudida fuerte, y todos estaban muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento.
¿Cómo lo hacia?, ¿Porque su calma? Hasta que una mujer frenética le preguntó:
- Niño: ¿no tienes miedo?
- No señora", contestó el niño y mirando su libro de pintar le dice:
-"Mi padre es el piloto".
¿Sorprendido?
Hay tiempos en nuestra vida que los sucesos nos sacuden un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno sólido y nuestros pies no pisan lugar seguro. No tenemos de donde agarrarnos, y no nos sentimos seguros. Pero recordemos que nuestro amadísimo Padre Celestial es nuestro piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador del cielo y la tierra. Y la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu mirada al cielo, siéntete confiado y di para ti mismo:
¡Mi Padre es el piloto!
Nahúm 1:7
Bueno es Dios para fortaleza en el día de la angustia; y conoce á los que en él confían.
Hechos 18:9-10
Entonces él Señor dijo de noche en visión á Pablo: No temas, sino habla, y no calles: Porque yo estoy contigo, y ninguno te podrá hacer mal;
Salmos 9:9
Y será Dios refugio al pobre, Refugio para el tiempo de angustia.
Salmos 18:2
Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; Escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.
Salmos 32:7
Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia; Con cánticos de liberación me rodearás.
Agradecimiento Especial Por su Aporte a Pablo Sanchez- Costa Rica
No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión. El vuelo no fue muy bueno, hubo tormenta y mucha turbulencia. De momento una sacudida fuerte, y todos estaban muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento.
¿Cómo lo hacia?, ¿Porque su calma? Hasta que una mujer frenética le preguntó:
- Niño: ¿no tienes miedo?
- No señora", contestó el niño y mirando su libro de pintar le dice:
-"Mi padre es el piloto".
¿Sorprendido?
Hay tiempos en nuestra vida que los sucesos nos sacuden un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno sólido y nuestros pies no pisan lugar seguro. No tenemos de donde agarrarnos, y no nos sentimos seguros. Pero recordemos que nuestro amadísimo Padre Celestial es nuestro piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador del cielo y la tierra. Y la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu mirada al cielo, siéntete confiado y di para ti mismo:
¡Mi Padre es el piloto!
Nahúm 1:7
Bueno es Dios para fortaleza en el día de la angustia; y conoce á los que en él confían.
Hechos 18:9-10
Entonces él Señor dijo de noche en visión á Pablo: No temas, sino habla, y no calles: Porque yo estoy contigo, y ninguno te podrá hacer mal;
Salmos 9:9
Y será Dios refugio al pobre, Refugio para el tiempo de angustia.
Salmos 18:2
Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; Escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.
Salmos 32:7
Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia; Con cánticos de liberación me rodearás.
Agradecimiento Especial Por su Aporte a Pablo Sanchez- Costa Rica
domingo, junio 24, 2007
Segundo Chance
Había un hombre muy rico que poseía muchos bienes, una gran estancia, mucho ganado, varios empleados, y un único hijo, su heredero.
Lo que más le gustaba al hijo era hacer fiestas, estar con sus amigos y ser adulado por ellos.
Su padre siempre le advertía que sus amigos solo estarían a su lado mientras él tuviese algo que ofrecerles; después, le abandonarían.
Un día, el viejo padre, ya avanzado en edad, dijo a sus empleados que le construyan un pequeño establo. Dentro de él, el propio padre preparó una horca y, junto a ella, una placa con algo escrito:
"PARA QUE NUNCA DESPRECIES LAS PALABRAS DE TU PADRE. "
Más tarde, llamó a su hijo y lo llevó al establo y le dijo:
Hijo mío, yo ya estoy viejo y, cuando yo me vaya, tú te encargarás de todo lo que es mío... Y yo sé cual será tu futuro.
Vas a dejar la estancia en manos de los empleados y vas a gastar todo el dinero con tus amigos.
Venderás todos los bienes para sustentarte y, cuando no tengas mas nada, tus amigos se apartarán de ti.
Solo entonces te arrepentirás amargamente por no haberme escuchado.
Fue por esto que construí esta horca. ¡Ella es para ti!
Quiero que me prometas que, si sucede lo que yo te dije, te ahorcarás en ella.
El joven se rió, pensó que era un absurdo, pero, para no contradecir al padre, prometió, pensando que eso jamás podría suceder.
El tiempo pasó, el padre murió, y su hijo se encargó de todo, pero, así como su padre había previsto, el joven gastó todo, vendió los bienes, perdió sus amigos y hasta la propia dignidad.
Desesperado y afligido, comenzó a reflexionar sobre su vida y vio que había sido un tonto. Se acordó de las palabras de su padre y comenzó a decir:
Ah, padre mío... Si yo hubiese escuchado tus consejos... Pero ahora es demasiado tarde.
Apesadumbrado, el joven levantó la vista y vio el establo. Con pasos lentos, se dirigió hasta allá y entrando, vio la horca y la placa llenas de polvo, y entonces pensó:
Yo nunca seguí las palabras de mi padre, no pude alegrarle cuando estaba vivo, pero, al menos esta vez, haré su voluntad. Voy a cumplir mi promesa. No me queda nada mas...
Entonces, él subió los escalones y se colocó la cuerda en el cuello, y pensó:
Ah, si yo tuviese un nuevo chance...
Entonces, se tiró desde lo alto de los escalones y, por un instante, sintió que la cuerda apretaba su garganta... Era el fin.
Pero el brazo de la horca era hueco y se quebró fácilmente y el joven cayó al piso. Sobre él cayeron joyas, esmeraldas, perlas, rubíes, safiros y brillantes, muchos brillantes... La horca estaba llena de piedras preciosas y una nota también cayó en medio de ellas. En ella estaba escrito:
Este es tu nuevo chance. ¡Te amo mucho! Con amor, tu viejo padre.
Dios es exactamente así con nosotros. Cuando nos arrepentimos, podemos ir hasta él.
El siempre nos dá un nuevo chance.
Proverbios 28:13
El que encubre sus pecados, no prosperará: Mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia.
2 Corintios 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
1 Crónicas 16:34
Celebrad á Dios, porque es bueno; Porque su misericordia es eterna.
Salmos 57:10
Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, Y hasta las nubes tu verdad.
Agradecimiento Especial Por su Aporte a Sue Ann Orozco Altamirano - Nicaragua
Lo que más le gustaba al hijo era hacer fiestas, estar con sus amigos y ser adulado por ellos.
Su padre siempre le advertía que sus amigos solo estarían a su lado mientras él tuviese algo que ofrecerles; después, le abandonarían.
Un día, el viejo padre, ya avanzado en edad, dijo a sus empleados que le construyan un pequeño establo. Dentro de él, el propio padre preparó una horca y, junto a ella, una placa con algo escrito:
"PARA QUE NUNCA DESPRECIES LAS PALABRAS DE TU PADRE. "
Más tarde, llamó a su hijo y lo llevó al establo y le dijo:
Hijo mío, yo ya estoy viejo y, cuando yo me vaya, tú te encargarás de todo lo que es mío... Y yo sé cual será tu futuro.
Vas a dejar la estancia en manos de los empleados y vas a gastar todo el dinero con tus amigos.
Venderás todos los bienes para sustentarte y, cuando no tengas mas nada, tus amigos se apartarán de ti.
Solo entonces te arrepentirás amargamente por no haberme escuchado.
Fue por esto que construí esta horca. ¡Ella es para ti!
Quiero que me prometas que, si sucede lo que yo te dije, te ahorcarás en ella.
El joven se rió, pensó que era un absurdo, pero, para no contradecir al padre, prometió, pensando que eso jamás podría suceder.
El tiempo pasó, el padre murió, y su hijo se encargó de todo, pero, así como su padre había previsto, el joven gastó todo, vendió los bienes, perdió sus amigos y hasta la propia dignidad.
Desesperado y afligido, comenzó a reflexionar sobre su vida y vio que había sido un tonto. Se acordó de las palabras de su padre y comenzó a decir:
Ah, padre mío... Si yo hubiese escuchado tus consejos... Pero ahora es demasiado tarde.
Apesadumbrado, el joven levantó la vista y vio el establo. Con pasos lentos, se dirigió hasta allá y entrando, vio la horca y la placa llenas de polvo, y entonces pensó:
Yo nunca seguí las palabras de mi padre, no pude alegrarle cuando estaba vivo, pero, al menos esta vez, haré su voluntad. Voy a cumplir mi promesa. No me queda nada mas...
Entonces, él subió los escalones y se colocó la cuerda en el cuello, y pensó:
Ah, si yo tuviese un nuevo chance...
Entonces, se tiró desde lo alto de los escalones y, por un instante, sintió que la cuerda apretaba su garganta... Era el fin.
Pero el brazo de la horca era hueco y se quebró fácilmente y el joven cayó al piso. Sobre él cayeron joyas, esmeraldas, perlas, rubíes, safiros y brillantes, muchos brillantes... La horca estaba llena de piedras preciosas y una nota también cayó en medio de ellas. En ella estaba escrito:
Este es tu nuevo chance. ¡Te amo mucho! Con amor, tu viejo padre.
Dios es exactamente así con nosotros. Cuando nos arrepentimos, podemos ir hasta él.
El siempre nos dá un nuevo chance.
Proverbios 28:13
El que encubre sus pecados, no prosperará: Mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia.
2 Corintios 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
1 Crónicas 16:34
Celebrad á Dios, porque es bueno; Porque su misericordia es eterna.
Salmos 57:10
Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, Y hasta las nubes tu verdad.
Agradecimiento Especial Por su Aporte a Sue Ann Orozco Altamirano - Nicaragua
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