lunes, octubre 15, 2007

Como el Aire


El joven se debatió por algunos instantes hasta que el maestro lo dejó volver a la superficie.


Después le pregunta qué cosa había deseado más mientras estaba debajo del agua.


"El aire", respondió el muchacho.


Muchas veces olvidamos que tenemos el aire y cuanto dependemos de él hasta que nos hace falta. Es igual con Dios, gran cantidad de personas simplemente ignoran su necesidad y hasta su existencia hasta que se ven con el "agua hasta la cabeza"


Por eso te pregunto, así como deseabas el aire cuando estabas bajo el agua,"¿Deseas a Dios de la misma manera?”, "Si lo deseas así, lo encontrarás. Pero si no tienes esta sed ardiente, de nada te servirán tus esfuerzos y tus libros. No podrás encontrar a Dios, si no lo deseas como el aire para respirar”.


Hechos 17:2828 Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos;

Salmos 84:2Anhela mi alma y aún ardientemente desea los atrios del Señor; Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

Salmos 63:1Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas,

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