Era 15 de junio, y en dos días estaría cumpliendo treinta años.
Yo estaba inseguro acerca de entrar en una nueva década de mi vida y temía que mis mejores años quedaran ahora detrás de mí.
Mi rutina diaria incluía ir al gimnasio, hacer ejercicios antes de ir a trabajar.
Cada mañana me veía a mi amigo Nicolás en el gimnasio. Quien ya tenía setenta y nueve años de edad y en excelente forma.
Este día en particular, Nicolas notó que no me encontraba con mi acostumbrada actitud llena de vitalidad y preguntó si algo estaba mal.
Le dije que me sentía preocupado por cumplir treinta, me pregunta cómo me gustaría mirar hacia atrás en mi vida una vez que he llegado a la edad de Nicolás, por lo que le pregunté, "¿Cuál fue el mejor momento de su vida?"
Sin dudas, Nicolás respondió: "Bueno, Joe, esta es mi respuesta filosófica a tu pregunta filosófica:
"Cuando yo era niño en Austria y mis padres se preocupaban de todo por mí, mi comida, mi ropa, mi salud, ese fue el mejor momento de mi vida.
"Cuando yo iba a la escuela a aprender las cosas que sé hoy, ese fue el mejor momento de mi vida.
"Cuando obtuve mi primer trabajo, las responsabilidades y fuí pagado por mis esfuerzos, ese fue el mejor momento de mi vida.
"Cuando conocí a mi esposa y me enamoré, ese fue el mejor momento de mi vida.
"La segunda guerra mundial llegó, mi esposa y yo tuvimos que huir de Austria para salvar nuestras vidas. Cuando estábamos juntos y en condiciones de seguridad a bordo de un buque con destino a América del Norte, ese fue el mejor momento de mi vida.
"Cuando llegamos a Canadá e iniciamos una familia, ese fue el mejor momento de mi vida.
"Cuando yo era un joven padre, el ver a mis hijos crecer, ese fue el mejor momento de mi vida.
"Y ahora, Joe, tengo setenta y nueve años de edad. Tengo mi salud, me siento bien y estoy enamorado de mi esposa como lo estaba cuando nos vimos por primera vez.
Este es el mejor momento de mi vida."
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